El presidente Bush dijo que las fuerzas iraquíes y estadounidenses hicieron justicia al eliminar a Abu Musab al-Zarqawi, uno de los terroristas más buscados en Iraq.
El mandatario expresó en la Casa Blanca que Zarqawi no va a asesinar nunca más, y que su muerte representa un severo golpe para al-Qaeda.
El Jefe de Estado señaló que al-Zarqawi personalmente dirigió una campaña de decapitaciones, asesinatos y ataques suicidas.
Sin embargo, Bush advirtió que los terroristas tratarán de continuar sin Zarqawi, y prometió la continuación de la misión de Estados Unidos en Iraq.