En la sureña ciudad de Basora, el Primer Ministro iraquí Nouri al Maliki declaró estado de emergencia luego de semanas de enfrentamientos de facciones chiítas.
Maliki declaró un mes de estado de emergencia durante una visita realizada hoy a la ciudad petrolera.
También se comprometió a reprimir con “puño de hierro” a las pandillas responsables de la violencia.
Desde que asumió el poder este mes, el primer ministro se ha comprometido a restaurar la seguridad y poner un alto a la escalada de violencia sectaria.
En la más reciente ola de violencia, hombres armados dieron muerte a cinco personas en un minibús en Baquba, al sur de Bagdad.
En la capital y sus alrededores la policía informó que encontró por lo menos 40 cadáveres.
En el norte, voceros militares estadounidenses indicaron que dos mujeres iraquíes murieron cuando fuerzas de la coalición dispararon contra el vehículo en que viajaban, el cual no se detuvo cuando se le ordenó.
La policía iraquí dice que las mujeres viajaban a una maternidad, pero no está claro si estaban embarazadas.