Dos representantes de alto nivel de Naciones Unidas llegaron a Sudán con la finalidad de presionar al gobierno para que acepte la presencia de una misión de pacificadores del organismo internacional en la convulsionada región de Darfur.
El enviado especial, Lakhdar Brahimi y el director de los pacificadores de Naciones Unidas, Hedi Annaba, tienen programado reunirse con el presidente Omar al-Bashir y otras autoridades sudanesas.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha solicitado que una fuerza del organismo internacional se instale en Darfur con la finalidad de realizar tareas de pacificación, debido a que las fuerzas de la Unión Africana se encuentran completamente superadas.
Inicialmente el Consejo pretende que Sudán admita que un equipo técnico conjunto de Naciones Unidas y la Unión Africana se instalen en el terreno para hacer la transferencia.
Sudán que todavía tiene que aceptar el plan, ha indicado que aún tiene comentarios para presentar respecto al tamaño y el mandato de las fuerzas.
Inicialmente las autoridades de Sudán se oponían al plan, pero tras la firma de un acuerdo de paz con el mayor grupo rebelde de Darfur, el Ejercito de Liberación de Sudán, la posición se ha suavizado.
Mientras tanto, dos pequeños grupos rebeldes han rechazado firmar el acuerdo.