Durante su visita a California, el presidente Bush habló sobre la guerra contra el terrorismo y la necesidad de reformar las leyes de inmigración de Estados Unidos.
Bush se refirió a un programa laboral el cual, según el mandatario, permitiría a los extranjeros obtener empleo sin violar las leyes y negarles a los contrabandistas el pago de personas que quieren entrar al país.
Bush dijo que Estados Unidos tiene que imponer las leyes migratorias y proteger la frontera, pero el mandatario también instó a los estadounidenses a reconocer las contribuciones de los inmigrantes.
Muchos de los legisladores acordaron en la necesidad de crear nuevas leyes migratorias, pero el proyecto de ley se ha estancado en el Senado respecto a cuáles reformas específicas son necesarias.
Senadores estadounidenses regresaron a sus tareas este lunes tras dos semanas de vacaciones, con la reforma de inmigración como prioridad en su agenda.