Autoridades nepalesas informan que, por lo menos cinco rebeldes comunistas y un soldado, murieron durante un ataque nocturno contra bases de seguridad y edificios gubernamentales en la región norcentral de Nepal.
Los rebeldes cortaron todas las comunicaciones con el pueblo de Chautara, unos 100 kilómetros al este de Katmandú, la capital.
En la capital, el gobierno impuso, este lunes, un nuevo toque de queda diurno de siete horas y órden de disparar, después de 18 días de huelgas y manifestaciones anti monarquía.
La embajada estadounidense en Katmandú pidió a familiares de diplomáticos y personal no esencial que salgan del país, debido a preocupaciones de seguridad.
En una advertencia de viaje, emitida este lunes, la misión diplomática también dice a los ciudadanos estadounidenses que salgan del país tan pronto como sea posible.
El domingo, la policía usó proyectiles de goma y gases lacrimógenos contra miles de manifestantes que desafiaron un toque de queda diurno. Por lo menos 23 personas resultaron heridas.