El terrorista convicto, Zacarías Moussaoui, dijo que no lamenta ni tiene remordimiento por los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 que dejó cerca de tres mil personas muertas.
Moussaoui estuvo por segunda vez en el banquillo de los testigos este jueves en su juicio de sentencia en Alexdandria, Virginia. Moussaoui dijo que le satisfizo escuchar relatos de cómo los estadounidenses sufrieron por los ataques, y deseaba que hubiera habido más ataques.
Al hacer eso, Moussaoui se burló de una integrante de la Armada que lloró al dar testimonio esta semana, cuando ella describió la muerte de dos de sus subordinados en el ataque al Pentágono.
Moussaoui declaró a la corte que odia a los estadounidenses por el apoyo que Estados Unidos le da a Israel y la guerra en Irak. El conspirador confeso del 11 de septiembre dijo que sueña que el presidente Bush lo liberara antes de que finalice su presidencia en enero de 2009.
El miércoles, los fiscales culminaron sus argumentos en el caso luego de hacer escuchar una grabación de los escalofriantes últimos momentos a bordo del Vuelo 93 de United Airlines, uno de los cuatro aviones secuestrados el 11 de septiembre de 2001.