Un atacante suicida con bomba en el sur de Pakistán en una reunión religiosa que celebraba el cumpleaños del profeta Mahoma, mató al menos 56 personas y dejó 100 heridas.
Algunos muertos eran importantes líderes del influyente grupo musulmán sunita, Jammat Ahle Sunnat. Miles de seguidores participaban en una oración masiva en Karachi este jueves, cuando según algunos testigos un suicida se inmoló cuando estaba junto a un grupo de líderes.
Nadie reclamó responsabilidad. Pero el ministro del Interior de Pakistán, Aftab Ahmed Sherpao, en declaraciones a la VOA dijo que harán una investigación exhaustiva hasta encontrar a los responsables de lo que calificó como un crimen horripilante.
El vocero del Departamento de Estado, Sean McCormack, declaró que el gobierno de Washington condenó enérgicamente el ataque, y destacó que no existe una justificación aceptable para cometer tal atrocidad. Karachi se ha convertido en escenario de violencia sectaria entre la mayoría sunita de Pakistán y la minoría chiíta musulmana.