El primer ministro de Iraq, Ibrahim al-Jaafari, rehusó renunciar a su candidatura para dirigir el próximo gobierno del país, pese a enérgicos pedidos de Estados Unidos y Gran Bretaña.
Jaafari dijo al diario británico The Guardian que su nominación por la mayoría chiíta de legisladores es un proceso democrático que debe seguirse.
Sin embargo, al-Jaafari, hasta ahora, no ha logrado el apoyo de los grupos políticos minoritarios en sus esfuerzos por formar un gobierno, y también está perdiendo el apoyo de su propio bloque chiíta.
El vicepresidente iraquí, Adel Abdul-Mahdi, dijo en una entrevista con la BBC que él piensa que es tiempo de que el primer ministro renuncie dado que otros no lo apoyan.
La candidatura de al-Jaafari es uno de los principales puntos que ha estancado los esfuerzos para formar un gobierno de unidad nacional en Iraq, casi cuatro meses después de las elecciones parlamentarias.