Un poderoso ciclón tropical, en la costa nororiental de Australia, destrozó viviedas y desarraigó árboles.
El ciclón Larry tocó tierra, esta mañana, en el estado de Queensland, en el norte australiano, como una potencialmente devastadora tormenta categoría cinco, la de mayor intensidad.
El torbellno se debilita gradualmente a medida que avanza tierra adentro, pero sigue siendo una gran amenaza para la región.
El ciclón tocó la costa cerca de la ciudad de Innisfail con vientos de hasta 290 kilómetros por hora.
La tormenta fue tan fuerte que la policía local no pudo responder las llamadas de la población.
Varias personas fueron tratadas por heridas y golpes, pero no se informó de heridos graves.
Cincuenta mil viviendas en Queensland quedaron sin servicio de energía eléctrica.
El Primer Ministro John Howard anunció que las Fuerzas Armadas prestarán ayuda en las áreas más devastadas.