El Primer Ministro de Iraq, quien es chiita, instó a la calma en un día en el que se prohibió el tránsito automotriz en Bagdad, e impera una extraña tranquilidad en la ciudad.
El primer ministro Ibrahim al-Jaafari hizo un llamado a los clérigos de la nación, este viernes, para que eviten lenguaje incendiario durante las oraciones musulmanas.
El jueves, individuos armados dieron muerte a por lo menos 18 trabajadores chiítas en ataques contra dos fábricas, en una pequeña ciudad cercana a Bagdad.
Con la prohibición de tráfico de vehículos en vigencia, este viernes, la policía iraquí y soldados patrullaban las calles de la capital.
La prohibición es un nuevo intento por reducir la violencia sectaria que ha causado la muerte a centenares de personas, desde el atentando explosivo de la semana pasada contra un santuario chiíta en Samarra.
Entre tanto, una coalición de políticos sunita y kurdos propuso la renuncia del Primer Ministro de Iraq.
Los políticos dicen que Ibrahim al-Jaafari es un obstáculo para la unidad política, pero un portavoz del bloque chiíta dijo que continúa respaldándolo para otro período como Primer Ministro.