Legisladores estadounidenses y la Casa Blanca han llegado a un acuerdo sobre la norma anti-terrorismo conocida como la Ley Patriota.
Un grupo de senadores republicanos se unió a los demócratas para impedir que el proyecto de ley sea llevado a votación en el Senado.
A los legisladores les preocupaba una disposición que otorgaría a los agentes federales la potestad de confiscar materiales de presuntos terroristas y restringiría la capacidad de recurrir a medios legales para defenderse.
El convenio establece que las personas que sean objeto de ese tipo de acción tendrán la capacidad de interponer una acción legal.
La medida debería despejar el camino para que la Cámara de Representantes y el Senado lleven a votación la nueva y modificada Ley Patriota.
Está previsto que la presente versión de la ley expire el 10 de marzo.