Los neoyorquinos soportaron un segundo día consecutivo de huelga en el servicio de transporte público, en una mañana muy fría sin autobuses ni subterráneo.
Con las negociaciones entre la ciudad y el sindicato de Trabajadores del Transporte estancadas sobre temas como salario y jubilación, un juez impuso multa al sindicato de un millón de dólares por cada día que continúe la huelga calificada de ilegal por las autoridades.
El sindicato de trabajadores del transporte dice que la penalidad impuesta por el juez es excesiva y que apelará el dictamen.
El gobierno municipal, no obstante, argumenta que la huelga le está costando a las empresas y pobladores de Nueva York hasta 400 millones de dólares por día.
La medida de fuerza iniciada este martes paralizó todo el transporte público de Nueva York, una red de trenes subterráneos y omnibuses que transporta, cada día, cuatro veces más pasajeros que las líneas aéreas de toda la nación.
Mucha gente caminó largas distancias, este martes, para llegar a sus trabajos, mientras otros se quedaron en casa.
Los comerciantes están preocupados debido a la disminución de las ventas antes de Navidad y Año Nuevo, que normalmente son las más importantes del año.