El presidente Bush reiteró su llamado para que el Congreso de Estados Unidos apruebe un amplio proyecto de reforma de inmigración.
En un discurso en el estado de Arizona, el lunes, Bush promovió su estrategia de aumentar la seguridad en la frontera de Estados Unidos y fortalecer las leyes de inmigración.
Bush prometió proveer agentes fronterizos con mayor mano de obra y nueva tecnología.
El mandatario también delineó pasos para facilitar las deportaciones de inmigrantes ilegales y ayudar a los empleadores a garantizar que sus trabajadores están en el país en forma legal al crear un nuevo programa de trabajadores temporarios y una tarjeta de identificación a prueba de falsificación.
Bush, sin embargo, dijo que él se opone a cualquier tipo de amnistía para los que ya están en el país en forma ilegal.
En un comunicado, el líder de la minoría en el Senado, Harry Reid, de Nevada, dijo que le complace que Bush, finalmente, mostrara algún liderazgo en inmigración.
Reid pidió al presidente que aliente una solución bipartidista y realista en la próxima sesión del Congreso.