El presidente iraquí, Jalal Talabani, afirmó que está dispuesto a mantener conversaciones con insurgentes y miembros del depuesto gobierno, pero al-Qaeda en Iraq rechazó cualquier posibilidad de diálogo.
En una conferencia de reconciliación en El Cairo, Talabani dijo que se reuniría con cualquier ciudadano iraquí, incluso aquellos a los que calificó como criminales.
El mandatario iraquí también llamó a los insurgentes a que depongan las armas y a unirse al proceso político.
Sin embargo, al-Qaeda en Iraq afirmó en una declaración aparecida en Internet que continuará lanzando ataques.
En nuevos hechos de violencia, este lunes, por lo menos cuatro iraquíes murieron y otros 10 resultaron heridos en la explosión de un coche bomba en Kanan, población al norte de Bagdad.
La policía informó que aparentemente la bomba estaba dirigida a una caravana militar estadounidense.
Entretanto, el vocero de la Casa Blanca, Trent Duffy, afirmó que es altamente improbable que Abu Musab al-Zarqawi haya muerto en una incursión efectuada el sábado.