Atacantes suicidas se inmolaron haciendo estallar bombas en tres hoteles de la capital de Jordania, Ammán, dando muerte a por lo menos 57 personas e hiriendo a otras 300.
El vice-primer ministro Marwan Moahser declaró a la televisión CNN que la mayor cantidad de víctimas ocurrió cuando un atacante se autoeliminó haciendo estallar una bomba en una fiesta de casamiento en el hotel Radisson.
Funcionarios dijeron que los otros ataques ocurrieron en los hoteles Grand Hyatt y Days Inn. Los tres hoteles son frecuentados por visitantes occidentales.
Poco después de los ataques gran cantidad de policía y personal de emergencia convergió en las áreas en torno a los hoteles y levantaron barricadas.
En una declaración, el rey de Abdalá de Jordania condenó los ataques expresando que fueron llevados a cabo por lo que calificó de “un grupo extraviado y desorientador” pero no nombró a ningún sospechoso.
Las autoridades también declararon que todas las oficinas del gobierno e instituciones públicas permanecerán cerradas el jueves.