El primer ministro de Iraq Ibrahim al-Jaafari dijo que la incursión británica en una prisión iraquí que disgustó a su gobierno no socavará las relaciones entre ambos aliados.
Al-Jaafari hizo el comentario hoy en Londres luego de reunirse con el ministro de Defensa británico, John Reid. Al-Jaafari informó que se ordenó una investigación sobre la incursión del lunes a una prisión en la sureña ciudad de Basora.
Soldados británicos allanaron la cárcel debido a la preocupación de que dos de sus soldados que trabajaban en forma encubierta y fueron arrestados, fueran entregados a la milicia chiíta.
Los soldados supuestamente dispararon contra dos policías iraquíes. Gran Bretaña tiene aproximadamente 8 mil 500 soldados en el Sur de Iraq, y Reid dijo que la reciente violencia no afectaría la misión de sus tropas.
Entre tanto, en Basora, centenares de iraquíes protestaron la presencia de soldados británicos.
Recientemente han aumentado las preocupaciones de que insurgentes hayan infiltrado las fuerzas de seguridad y la policía de Iraq.
El asesor en seguridad nacional de Iraq Mouwafak al-Rubiae admitió a una radio británica este miércoles que tal problema efectivamente existe.