El presidente Bush homenajeó a las víctimas del huracán Katrina, y elogió a la nación por ayudar a los afectados por la tormenta.
En la Catedral Nacional aquí en Washington, el presidente Bush dijo que algunas de las más grandes dificultades recayeron sobre los ancianos, los vulnerables y los pobres.
Dijo que la pobreza tiene raíces en generaciones de segregación y discriminación e hizo un llamado para que la nación supere lo que describió como un “legado de inequidad”.
El presidente Bush declaró este viernes como un día nacional de oración y recuerdo.
La tormenta azotó la costa estadounidense del Golfo de México hace casi tres semanas.
Entre tanto continúa la limpieza en la devastada región.
El jueves, en la duramente castigada Nueva Orleáns, Bush prometió lo que llamó “uno de los esfuerzos de reconstrucción más grandes que el mundo jamás haya visto”.