Encuestas de opinión pública indican que los estadounidenses están divididos en su opinión de la respuesta del gobierno local y federal al huracán Katrina.
Un reciente sondeo de Gallup indica que el 42% de la población opina que el presidente Bush hizo un trabajo malo o pésimo en su respuesta al desastre.
El 35% dijo que su actuación ha sido buena o muy buena.
La opinión del público sobre cómo las autoridades locales manejaron la crisis está aún más dividida. 35% expresó una opinión desfavorable y el 37% una opinión positiva.
Los medios informativos estadounidenses continúan haciendo énfasis en por qué se tardó tanto en llevar a cabo las evacuaciones masivas y la entrega de alimentos a zonas aisladas.
El presidente Bush y miembros del Congreso se comprometieron a investigar que salió mal en la respuesta a la crisis.
Varios legisladores calificaron al incidente de la falla del nuevo sistema nacional de emergencias creado a raíz de los ataques terroristas de hace cuatro años.