El nuevo presidente interino de Kirguistán Kumambek Bakiyev se comprometió a combatir la corrupción y ayudar a las víctimas de las manifestaciones que provocaron la caída del presidente Askar Akayev.
Bakiyev dijo en una reunión con trabajadores del gobierno este martes que la batalla contra la corrupción y el nepotismo en el gobierno es un punto central.
El depuesto presidente era críticado por permitir el amiguismo en el gobierno.
El nuevo mandatario asumió el compromiso después que el viejo parlamento formalmente acordara cesar sus funciones, permitiendo que el nuevo parlamento recién electo asumiera y reduciendo así las tensiones políticas en el país centroasiático.
La semana pasada Akayev abandonó la capital, Bishkek, y en declaraciones a una radio rusia este martes, dijo que vive en las afueras de Moscú y que no piensa renunciar.
También dijo que está preparado para iniciar conversaciones con el nuevo Parlamento. Sobre el particular, no hubo una respuesta inmediata del nuevo gobierno.