Una marea albiceleste de argentinos invade Rio de Janeiro para ver a su selección en una final luego de 24 años.
Al menos 70 mil argentinos han llegado a Rio para la final del Mundial, en su gran mayoría sin entradas y sin reservas hoteleras pero dispuestos a ser parte de esta historia que ya escriben los jugadores de la Albiceleste.
Ganar su tercer Mundial en su historia es importante, pero para los argentinos, más lo es levantar la copa en el corazón de suelo enemigo, el estadio Maracaná, en donde el mismo Brasil no ha sido capaz de hacerlo.
"Vamos a ganar 2-0. Hemos esperado muchos años para esto y con Messi en la cancha, esta Copa no se nos escapa", aseguró la argentina Sofía Walch, quien llegó a Brasil al principio del Mundial y ha viajado a todas las sedes en donde la Albiceleste ha jugado.
Los alemanes también siguen llegando, aunque en menor número. Más acostumbrados a estar en una final mundialista, confían en que su equipo agregará la cuarta Copa de su historia a sus vitrinas.
“Esperamos ganar la final en contra de Argentina… No, no esperamos… ¡La vamos a ganar!”, dice Andy Taupp, un fiel fanático alemán.
Por su parte, los brasileños aseguran que es hora de continuar con sus vidas, y dejar la fiesta para los demás.
"No hay más que hacer hoy que Brasil perdió la Copa. Voy a continuar haciendo lo que siempre hago. Ellos no van a pagar mis cuentas y los recibos no dejan de llegar”, sostiene Priscila Andrade, originaria de São Paulo, pero radicada en Rio.
Con todos los ingredientes listos, ahora solo falta que la pelota empiece a rodar este próximo domingo, y conozcamos el nombre del próximo campeón del mundo.
