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Alternativas para el papel sanitario


La pelea entre suavidad y funcionalidad es vista por muchos como una muestra del extremo consumismo en Estados Unidos.
La pelea entre suavidad y funcionalidad es vista por muchos como una muestra del extremo consumismo en Estados Unidos.

Muchos damos por eterna esta invención moderna, del papel sanitario, pero antes de 1890, los humanos utilizamos esponjas, papel periódico, lana perfumada, hojas de plátano, hojas de libros, paja o pasto, de acuerdo a la clase social a la que se pertenecía. Hoy en día, 270.000 árboles son depositados en rellenos sanitarios.

Los estadounidenses usan 50 libras más de papel higiénico que los ciudadanos europeos y para muchos este es un problema pues la materia prima, son los árboles.

A nivel mundial, el equivalente a casi 270.000 árboles son depositados en rellenos sanitarios todos los días y aproximadamente un 10% de ese total se debe al papel higiénico.

El aumento de la población, la adopción de estilos de vida occidentales y las mejoras de saneamiento en los países en desarrollo están impulsando el aumento del uso de papel higiénico. De acuerdo con World Watch, el resultado es que los bosques están siendo víctimas de las empresas papeleras que compiten para satisfacer la demanda de los consumidores.

"La creciente demanda de papel higiénico en los países en desarrollo es un factor crítico en el impacto que el fabricante de papel higiénico tienen en los bosques de todo el mundo", dice el autor, Noelle Robbins. "Y con la creciente presión para reducir y suspender el uso de bosques primarios, el movimiento es a las plantaciones de árboles".

Sin embargo, según Robbins, esta cura puede ser peor que la enfermedad. Si bien la industria del papel a menudo crea plantaciones como solución para el suministro permanente de pulpa virgen y fibra, estos monocultivos a menudo desplazan de plantas autóctonas y animales, requieren enormes cantidades de pesticidas y fertilizantes químicos, y absorben grandes cantidades de agua.

El mercado

La contradicción es clara en el mercado de este producto -alguna vez considerado de lujo- el papel higiénico.

Por un lado, están las súper compañías, que cada día prometen un papel más suave y acolchonado, hecho de arboles. Por el otro lado, están aquellos grupos preocupados por el medio ambiente, quienes aseguran, que para cumplir su función, no importa que el papel sea un poco más áspero, siempre y cuando sea hecho de materiales reciclados.

Este último grupo critica que la industria papelera ha logrado infundir en sus compradores, el profundo deseo de lo más suave posible para limpiarnos después de nuestras necesidades corporales y llaman esto un mal extremo del comercialismo en Estados Unidos.

¿Qué más podemos hacer?

En cuanto regulaciones e impuestos, los grupos preocupados por el medio ambiente quieren que se les impongan impuestos más altos a aquellas empresas que producen papel sanitario de lujo (el más suave) y con este dinero extra apoyen iniciativas ecológicas.

Según Robbins, "la educación de los consumidores; mejoras en la calidad, los precios y la comercialización de productos reciclados, y su disposición a considerar alternativas de papel higiénico, como el agua para la limpieza debe llevarse a cabo para satisfacer las necesidades de una población mundial creciente."

Otra solución planteada por la cantante Sheryl Crow, a través de un blog, incluye la matemática. “Yo propongo una limitación en el número de cuadritos se utilizan en una sentada”, así según la cantante, todos podríamos ofrecer nuestro granito de arena. Y ésta tal vez sea una campaña saludable en un país donde el consumismo a veces mantiene a los estadounidenses un poco desconectados de las consecuencias de sus actos diarios con el medio en que viven.

Por mi parte puedo decir, que sabiendo el costo ecológico de producción del papel higiénico, prometo tratar de evitar el papel higiénico para limpiar mi nariz y volver al recatado uso del pañuelo, y si ávido insecto se atreviese a visitar mi casa, usaré un periódico viejo para echarlo o en peores circunstancias exterminarlo.

Como siempre, es una cuestión de prioridades. Y para usted, ¿qué esta primero, la suavidad o el medio ambiente?

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