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A la cárcel por mil años


La sentencia prácticamente siguió lo que había pedido el fiscal al reclamar una severa condena para los autores del atentado.
La sentencia prácticamente siguió lo que había pedido el fiscal al reclamar una severa condena para los autores del atentado.

La justicia española también condenó a los etarras a indemnizar con más de $1 millón y medio de dólares a las familias de los dos ecuatorianos.

La justicia española condenó a 1.40 años de cárcel a cada uno de los tres integrantes de ETA que participaron del atentado contra la Terminal 4 del aeropuerto de Madrid que causó la muerte de los ecuatorianos Carlos Alonso Palate, de 35 años, y Diego Armando Estacio, de 19.

La explosión de una potente bomba que había sido colocada dentro de una furgoneta, el 30 de diciembre del 2006, un atentado que fue reivindicado por ETA poco después, puso fin a casi 10 meses de alto al fuego declarado unilateralmente por el propio grupo considerado por la Unión Europea y Estados Unidos, como una organización terrorista.

El atentado terminó con el proceso de negociaciones entre la banda armada y el gobierno socialista del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, que procurara un final de la lucha armada por parte de la organización vasca.

La justicia española sentenció a los etarras Mattin Sarasola, Igor Portu y Mikel San Sebastián a un total de 1.040 años de prisión para cada uno. La sentencia corresponde a dos delitos de asesinato terrorista consumado y 48 de intento de asesinato, en relación con el número de personas que resultaron heridas a causa de la explosión.

La sentencia prácticamente siguió lo que había pedido el fiscal de la Audiencia Nacional española, Daniel Campos, al reclamar una severa condena para los autores del atentado que "sesgó la vida" de los dos ecuatorianos “e hizo saltar por los aires la esperanza de tantos ciudadanos que veían que la violencia de ETA podía llegar a su fin".

En la práctica, ninguno de los etarras cumplirá más de 40 años en la cárcel, de acuerdo con la legislación española.

La potente explosión destruyó el estacionamiento de cinco plantas de la Terminal 4 donde los ecuatorianos Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio, que eran inmigrantes y residían en Madrid, dormían en sus vehículos a la espera de algunos familiares que llegarían al aeropuerto de Barajas.

La sentencia también condenó a los etarras a indemnizar a las familias de las dos víctimas con cantidades cercanas a $1 millón y medio de dólares.

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