Un intento de permitir que los indocumentados soliciten licencias de conducir en California sucumbió el miércoles, cuando el gobernador Arnold Schwarzenegger cumplió su promesa de campaña y vetó la propuesta que hubiera permitido que cerca de 2 millones de ilegales manejaran legalmente.
Simpatizantes de la medida prometieron inmediatamente reanudar la pelea el próximo año y dijeron que el gobernador cedió ante el sentir negativo de cierto grupo de personas en vez de mostrar liderazgo.
Schwarzenegger prometió vetar la propuesta después de que legisladores la aprobaran el 27 de agosto.
El dijo que la iniciativa carecía de las medidas de seguridad que el quería y que tampoco incluía un punto importante que él pidió por meses una marca especial en las licencias de los indocumentados. Simpatizantes de la propuesta dijeron que tal marca sería un estigma para los indocumentados.