Un grupo de insurgentes atacó en Irak en las horas finales de la administración de la coalición encabezada por Estados Unidos, mientras militantes amenazan con decapitar a dos extranjeros que tienen secuestrados.
Una explosión en una carretera en Basora a primeras horas de este lunes provocó la muerte de un soldado británico. También esta mañana, seis iraquíes de la Guardia Nacional fueron muertos en la zona noreste de Bagdad.
En el propio Bagdad, un atentado causó la muerte de dos niños iraquíes que estaban jugando cerca de la sede de las fuerzas de la coalición.
En otras acciones, un soldado y un civil de Estados Unidos murieron en ataques separados.
Mientras tanto, insurgentes iraquíes amenazaron con decapitar a un infante de Marina estadounidense y un chofer paquistaní, si las fuerzas norteamericanas no liberan a los iraquíes que mantienen en cárceles de la coalición.
En cambio no ha habido noticias sobre los tres turcos que están secuestrados desde la semana pasada. Las milicias rebeldes dijeron que serían decapitados mañana si las compañías turcas no abandonan Irak.