El presidente George Bush delineó su estrategia para la transferencia de poder en Iraq en cinco semanas, y advirtió que los insurgentes probablemente estarán aun más activos y violentos a medida que se acerca el traspaso de mando del 30 de junio.
En el primero de una serie de discursos para delinear las metas de Estados Unidos en Iraq, Bush enumeró anoche cinco pasos para ayudar a lograr la democracia y libertad: entregar el poder a un gobierno soberano, establecer seguridad, reconstruir la infraestructura del país, estimular mas apoyo internacional, y preparar elecciones nacionales para enero próximo.
Para ayudar a establecer seguridad, el mandatario dijo que las tropas estadounidenses permanecerán en Iraq bajo comando de Estados Unidos, formando parte de una fuerza multinacional que se espera sea autorizada por la Organización de las Naciones Unidas.