La ciudadana australiana Mary Donalson contrajo nupcias con el príncipe heredero de la corona de Dinamarca, Frederik, convirtiéndose así en la princesa Mary de una vieja dinastía europea.
La pareja se casó hoy en la Catedral Luterana de Copenague, frente a cientos de invitados, incluyendo a las realezas de Japón, Gran Bretaña y Suecia.
La novia lucía un traje sencillo color marfil confeccionado en encaje de Irlanda de un siglo de antigüedad, mientras el novio llevaba un uniforme formal de la armada danesa, adornado con medallas.
La iglesia fue decorada con flores rojas y rosadas. Ambos se conocieron hace cuatro años en un bar de Sydney durante los juegos Olímpicos.
Decenas de miles de personas se alinearon en las calles para ver de cerca a la pareja real. Las medidas de seguridad fueron extremadamente fuertes. Ambos se conocieron hace cuatro años en un bar de Sydney durante los juegos Olímpicos.