El partido en el poder en Francia sufrió un fuerte revés en las elecciones regionales, no obstante el primer ministro Jean-Pierre Raffarin dijo que el gobierno seguirá adelante con las reformas económicas.
Raffarin habló ayer en la televisión nacional, después de que las encuestas de salida habían demostrado que en la segunda vuelta de la votación el opositorio partido Socialista y sus aliados llevaban casi la mitad de los votos, en comparación con 37 por ciento ganados por la Unión para un Movimiento Popular del premier.
Raffarin reconoció que hacen falta cambios, pero indicó que las reformas deben continuar porque son necesarias.
Según los analistas, la popularidad del gobierno ha caído en picada debido al alto desempleo y a los planes de reducir los servicios de atenciones de salud.