El presidente de Siria, Bashar al-Assad, viajó a la vecina Turquía por tres días en lo que constituye el primer viaje por un jefe de estado sirio a Turquía.
Se espera que la visita de Assad contribuya a mejorar los vínculos entre los dos países después de décadas de tensión sobre un litigio fronterizo, disputas por agua, y diferencias por el hecho de que Siria ofreció albergue a rebeldes kurdos de Turquía.
Damasco expulsó a los rebeldes kurdos en 1998.