Las emisiones de gases de invernadero en Estados Unidos aumentarán en los próximos años, pero en un porcentaje menor que lo habitual, a causa de la política ambientalista de la Casa Blanca, anunció ayer el representante estadounidense ante una conferencia de la ONU sobre cambios climáticos que se realiza en Milán, Italia.
En 2001, el presidente Bush rechazó el Protocolo de Kioto, que busca reducir las emisiones de dióxido de carbono y otros gases vinculados con el calentamiento global llamado efecto de invernadero.
La negativa de Washington a ratificar el acuerdo ha pesado sobre la conferencia de 12 días.
Para que el pacto entre en vigor, los países industrializados ratificantes deben representar en conjunto 55 por ciento de las emisiones globales de gases de invernadero en 1990.