Agentes federales allanaron ayer lugares frecuentados por los pandilleros motorizados “Angeles del Infierno” en la costa occidental de Estados Unidos y detuvieron a por lo menos 57 miembros del grupo, tras una investigación encubierta por sospechas de tráfico de drogas y armas que se inició hace dos años.
Las autoridades allanaron locales en Los Ángeles y San Francisco y en los estados de Arizona, Nevada, Washington y Alaska.
La investigación incluyó a agentes que se ofrecieron a comprar explosivos a miembros de la pandilla.