Funcionarios de la Casa Blanca dijeron que si se hubiese filtrado la información del viaje del presidente George Bush a Bagdad, el avión presidencial hubiera dado vuelta en pleno vuelo para regresar a Estados Undios antes de llegar a la capital iraquí.
Autoridades estadounidenses cubrieron hasta el menor detalle para asegurar que se mantuviera en secreto la visita de Bush.
El mandatario partió de su hacienda en Texas el miércoles de noche en un automóvil común y corriente usando una gorra de beisbol, al igual que la asesora de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, quien lo acompañó en el viaje.
Los fotógrafos y reporteros que también viajaron fueron informados en el último minuto, a algunos se les notificó en en el mismo instante que iban a ir.
Cuando el Air Force One aterrizó en Bagdad, lo hizo con luces bajas y los refelctores de pista apagados para evitar que fuera detectado.
El gobernante estaba en la cabina del piloto y observó el aterrizaje desde allí.
Sin embargo, un piloto de British Airways casi revela el secreto cuando aparentemente vio la aeronave cuando iba hacia Iraq y preguntó por radio si lo que acaba de ver era el avión presidencial estadounidense.
Pero, el piloto del Air Force One le respondió diciendo que no, que se trataba de otro avión.