El Congreso federal de Estados Unidos cedió a la presión de la Casa Blanca y ratificó la prohibición de cuatro décadas sobre la mayoría de los viajes a Cuba.
Negociadores del Congreso tomaron su decisión a última hora del miércoles pasado, semanas después que la Cámara de Representantes y el Senado en forma separada, aprobaran medidas atenuando las restricciones.
Los negociadores retiraron del plan de legislación una reforma que habría bloqueado fondos para hacer efectiva la prohibición.
El presidente George Bush había amenazado con vetar el proyecto de ley, el cual destinaba dinero para financiar dos Departamentos estadounidenses. Uno de los principales auspiciantes de la enmienda dijo que la decisión viola el derecho del pueblo estadounidense a viajar.
El mandatario estadounidense expresó que la prohibición de viaje detiene el flujo de moneda dura hacia un régimen comunista represivo.