Bomberos luchan en el sur de California por contener las llamas mortales que ahora amenazan áreas densamente pobladas en los alrededores de la ciudad de Los Ángeles.
Los incendios comenzaron la semana pasada y han cubierto 200 mil hectáreas de terreno, destruído más de un millar de hogares y obligando a la huída de comunidades enteras.
Por lo menos 15 personas han muerto en los incendios de California, que avanzan con velocidad y cubren desde la frontera mexicana al sur hasta la urbe angelina, al norte.
Los siniestros se han propagado en el interior de México donde mataron a dos personas más.
Los vientos y el clima seco están intensificando las llamas que ahora amenazan 30 mil hogares en California.
Las principales carreteras han sido cerradas y el tráfico aéreo ha sido interrumpido.
El presidente Bush declaró ayer la región área de desastre, poniendo fondos federales a disposición de cuatro condados afectados.