Unas 300 personas podrían ser deportadas de Estados Unidos por cargos de violación de la ley de inmigración, después de haber sido detenidas el jueves por agentes federales que allanaron tiendas Wal-Mart en todo el país.
Muchos de los sospechosos son de Europa oriental o de América Latina y trabajaban en cuadrillas de limpieza a través de contratistas.
Los detenidos comparecerán a una audiencia ante un juez de inmigración.
Funcionarios estadounidenses alegan que Wal-Mart sabía que los contratistas usan inmigrantes ilegales en sus almacenes.
La compañía negó la acusación y dijo que está cooperando con los investigadores.
Según las leyes de Estados Unidos, una compañía que con conocimiento emplea a trabajadores ilegales puede ser multada hasta diez-mil dólares por trabajador.
Wal-Mart es la mayor cadena de ventas al detalle del mundo. Sus ventas se registraron por encima de 245-mil-millones el año pasado.