En el segundo aniversario de los ataques terroristas en Estados Unidos, las personas a todo lo largo de la región Asia-Pacífico hicieron una pausa para recordar a las víctimas del 11 de septiembre de 2001.
En Sydney, la mayor ciudad de Australia, se sembraron tres mil árboles para conmemorar a las víctimas de hace dos años.
En Canberra, el Parlamento australiano observó un minuto de silencio, y el primer ministro John Howard recordó a su audiencia que nadie está fuera del alcance del terrorismo.
Monjes budistas en hábitos amarillos dirigieron a un grupo de oración por la paz frente a la embajada de Estados Unidos en Tokio.
En distintas partes de Japón, se rindieron honores a quienes murieron en el World Trade Center, entre ellos 24 japoneses, ese 11 de septiembre.
En Manila, capital filipina, se celebraron manifestaciones en pro y en contra de Estados Unidos en las cercanías de la embajada estadounidense.
Uno de los grupos colocó una docena de rosas rojas en la barricada frente a la embajada, para honrar a quienes perdieron familiares en los ataques.
Las misiones estadounidenses en toda Asia oriental y en el Pacífico colocaron la bandera a media asta.
India declaró el 11 de septiembre día nacional contra el terrorismo. En el vecino Paquistán, los estudiantes y el profesorado de una pequeña escuela cristiana en Multan prendieron velas y observaron un momento de silencio para recordar los ataques contra Estados Unidos.