Varios legisladores estadounidenses pidieron a la administración Bush que de a conocer al público porciones retenidas de un reciente informe del Congreso acerca de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Influyentes miembros del panel legislativo que realizó el informe, solicitaron que se desclasifique la mayor parte del material omitido, que según se informó, se refiere a un país extranjero que suministró ayuda a los aeropiratas involucrados en los ataques.
El co-presidente de la comisión, el senador demócrata Bob Graham, declaró que autoridades de “alto nivel” de un gobierno extranjero proveyeron asistencia financiera a por lo menos dos secuestradores.
Su colega, el representante republicano Porter Gross, señaló que porciones del informe deben mantenerse secretas para proteger las investigaciones que se están llevando a cabo.