El presidente George Bush exhortó una vez más a Europa a desistir de sus objeciones con respecto a los alimentos geneticamente modificados, argumentando que esa política contribuye al hambre en África.
Al hablar en Washington el lunes, Bush dijo que muchos gobiernos europeos actúan, según lo que el llamó, “temores infundados y poco científicos”, al rechazar la importación de nuevas cosechas de la ingeniería genética.
Los críticos argumentan que no se conoce mucho acerca de las cosechas biogenéticas, y que podrían resultar dañinas para el consumo humano y el medio ambiente.
El discurso del presidente Bush coincidió con la inauguración de una conferencia internacional agrícola que tiene lugar en Sacramento, California.