El gobierno boliviano responsabilizó el domingo a dirigentes sindicales y políticos de los cocaleros por el atentado perpetrado el sábado contra un camión militar, en el que murieron dos soldados y otros siete quedaron heridos.
La agencia de noticias Associated Press cita al comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta, coronel de Ejército Darío Leigue, quien informó oficialmente que el hecho no fue producto de la explosión de una mina de fabricación casera, como indicaron inicialmente funcionarios del gobierno, sino del disparo de un “cañón metralla”, un arma casera cargada con clavos, tornillos y dinamita, activada manualmente.
Un comunicado difundido por el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada dice que los soldados fueron “muertos por la acción homicida de malos bolivianos que, encubiertos algunos en la condición de dirigentes sindicales y otros de dirigentes políticos, utilizan medios preocupantemente sofisticados para servir a este flagelo de la humanidad”.