Estados Unidos y el Reino Unido de Gran Bretaña están presionando a Siria para que responda a las alegaciones de que tiene armas químicas y que alberga a depuestos líderes iraquíes.
El presidente George Bush advirtió a Siria el domingo que espera recibir cooperación del gobierno de Damasco.
El secretario de Relaciones Exteriores británico, Jack Straw, dijo este lunes que Londres no puede confirmar que Siria tiene armas químicas, como sostiene el presidente Bush, pero llamó al diálogo con Siria sobre ambas alegaciones.
Un enviado británico estaba en Damasco este lunes para dialogar con funcionarios sirios, quienes negaron dar albergue a funcionarios iraquíes o que posean armas químicas.
Las fuerzas armadas estadounidenses dicen que muchos extranjeros que llegaron a Iraq para luchar contra la alianza eran sirios.