El estado de Texas planifica llevar a cabo su tricentésima ejecución desde que Estados Unidos reinstauró la pena de muerte en 1982.
Las autoridades tienen programado ejecutar este miércoles por inyección letal a Delma Banks. El reo fue sentenciado por el asesinato de un muchacho de 16 años en 1980, en la población de Nash, en el este de Texas.
Quienes apoyan a Banks, entre ellos el ex director de investigaciones del FBI, William Sessions, afirman que el caso estaba lleno de de problemas serios, incluyendo la presunta mala conducta de los fiscales. Funcionarios señalaron que por lo menos un hombre que testificó contra Banks se retractó.
Sessions, junto con dos jueces retirados de la corte federal de apelaciones, han pedido a la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos que suspenda la ejecución.