Estados Unidos y México están negociando un acuerdo que permita a los ciudadanos de cada país disfrutar de sus fondos de retiro aun si se mudan de una nación a otra, dijo el jueves un portavoz de la Casa Blanca.
“Este es un tema que está siendo explorado a nivel técnico y preliminar”, dijo en una conferencia de prensa el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer.
El acuerdo procurará que un trabajador pueda consolidar sus aportes jubilatorios en un sólo país, sin importar su lugar de residencia.
Estados Unidos mantiene una veintena de acuerdos de esa índole, pero en América Latina solamente con Chile.
Según el diario The Washington Post, el nuevo acuerdo, que podría implementarse a partir de octubre, generaría unos 37 mil pedidos durante su primer año de vigencia, de mexicanos que trabajaron en Estados Unidos, pero regresaron a su país natal.
El diario estimó que el pacto significará transferencias de entre 720 millones y mil millones de dólares para los pensionados mexicanos, una pequeña fracción de los 372 mil millones de dólares que paga anualmente el Servicio de Seguro Social de Estados Unidos. El acuerdo sería “un premio consuelo” para el presidente Vicente Fox, quien ha fracasado en sus intentos para suscribir un tratado migratorio con Estados Unidos, según el Washington Post.