La policía que investiga los atentados en un restaurant McDonalds y una venta de automóviles en el centro de Indonesia sospecha que los atacantes pertenecían a la red musulmana terrorista acusada de los mortales atentados de octubre en la isla vacacional de Bali.
3 sospechosos de los más recientes ataques se encuentran detenidos, y otros dos siguen desaparecidos.
No se informó de heridos en el ataque a la venta de automóviles.
Hasta el momento nadie se ha declarado responsable por las explosiones, pero la policía centró su atención en un grupo de línea dura, Laskar Jundullah, que presuntamente tiene vínculos con la red terrorista regional Jemaah Islamiyah.