Malasia restó importancia a la advetencia del Departamento de Estado de Estados Unidos de que el país podría ser objeto de un mortal ataque terrorista.
Funcionarios malayos dijeron que Kuala Lumpur ha aumentado la seguridad a nivel nacional tras el mortal ataque con bomba en la isla indonesia de Bali el mes pasado.
Malasia y otros países del sureste asiático han acusado a los gobiernos occidentales de dañar las industrias turísticas.