Funcionarios del gobierno de Estados Unidos se resisten a atender el llamado de expandir las operaciones de seguridad internacional en Afganistán, más allá de Kabúl, la capital del país.
El Departamento de Estado, en un reciente comunicado enviado al Congreso, advierte de serios problemas de logística y de comando, desplegar la actual Fuerza Internacional de Seguridad de cinco mil soldados que opera en Kabúl, más allá de la capital afgana.
Según el comunicado, desplegar las fuerzas extranjeras en las zonas rurales del país sería “casi imposible”.
El ministro de asuntos exteriores de Afganistán, Abdalá Abdalá, se encuentra de visita en Washington para solicitar ayuda adicional para su país.
Entretanto, un alto funcionarios de la ONU para Afganistán, instó a los gobiernos de Irán y Paquistán a que no retornen los refugiados afganos, argumentando que el país no puede alimentar y vestir a cientos de miles de refugiados.