Los jugadores de las principales ligas de beisból y los propietarios de los equipos tratan de resolver sus diferencias para evitar una huelga que conduciría a un paro de los jugadores.
Los abogados que representan a ambas partes, negociaron hasta el amanecer. Más de 12 partidos están programados para hoy, algo que presiona a que dueños y jugadores lleguen a un acuerdo.
El punto principal en disputa es la discrepancia de cómo repartir las ganancias entre los equipos con más dinero, y aquellos con menos ingresos, un plan presentado por los dueños de los equipos.
En todo el país, los aficionados se oponen vigorosamente a que los jugadores se declaren en huelga, ya que sus sueldos promedios son de dos millones y medio de dólares anuales.