Brasil puso en funcionamiento un nuevo sistema de redares de alta tecnología diseñado para detectar contrabando de drogas, la tala ilegal y las condiciones climáticas en la vasta región del Amazonas.
El presidente Fernando Henrique Cardoso puso en operación el Sistema de Vigilancia Amazónico, construido por la empresa estadounidense Raytheon Corporation a un costo de mil 400 millones de dólares.
El sistema computarizado utiliza una red de radares colocados en tierra, torres de control, y aviones y satélites de reconocimiento para vigilar 5 millones de kilómetros cuadrados de selva.