El presidente Bush dijo al Congreso que no aceptará una legislación para crear un nuevo Departamento de seguridad que proteja a la población contra ataques terroristas, si esto limita o debilita su autoridad como presidente para reorganizar el personal y la estructura del gobierno federal.
El mandatario dijo que el director del nuevo Departamento de Seguridad Interna así como su representante, necesita tener la facilidad de intercambiar a los empleados sin obstáculos burocráticos. Bush recalcó que este tipo de flexibilidad es sumamente inmportante en tiempos de guerra.
El presidente añadió que tiene un gran respeto por los trabajadores federales y que sus planes no pretenden socavar sus derechos. El Senado y la Cámara de Representantes están considerando versiones separadas del proyecto de ley sobre Seguridad Interna.