Un clérigo musulmán indonesio sospechoso de haber planeado fatídicos ataques explosivos en las Filipinas, fue sentenciado a 12 años de prisión.
Un tribunal del sur de las Filipinas dio a conocer la sentencia hoy, horas después que Fathur Rohman al-Ghozi, de 30 años de edad, se declaró culpable.
El clérigo admitió haber ocultado más de una tonelada de dinamita y algunos equipos de detonación en el área. Al-Ghozi fue arrestado en enero, acusado de haber ayudado a planear una serie de fatales atentados explosivos en la capital, Manila, el 30 de diciembre del año 2000.
Las autoridades sostienen que al-Ghozi es experto en explosivos del grupo Jemaah Islamiya, organización radical islámica que presumiblemente está conectada a la red terrorista al-Qaida.