Las relaciones entre Gran Bretaña e Irán atraviesan momentos de suma tensión tras la negativa de Teherán de aceptar al embajador británico y la decisión de Londres de degradar al embajador iraní.
La cancillería británica anunció que no nombrará a un nuevo emisario en lugar de David Reddaway, y que el embajador iraní en Londres será tratado como encargado de negocios.
Ninguna de las partes ha comentado oficialmente por qué Irán rechazó a David Reddaway como embajador, pero periódicos de línea dura en Irán acusan a Reddaway de ser judío y de tener relaciones con los servicios de inteligencia británica.
Fuentes británicas niegan ambas acusaciones.