La presidenta de las Filipinas, Gloria Arroyo, obtuvo el respaldo de la principal instancia de seguridad de la nación para efectuar ejercicios militares conjuntos con Estados Unidos. Las prácticas tienen por objeto terminar con los rebeldes musulmanes de Abbu Syyaf en el sur del país.
Sus asesores sostienen que la presidenta Arroyo dijo en una reunión del Consejo Nacional de Seguridad que las fuerzas de Estados Unidos se centrarán en los entrenamientos y evitarán todo tipo de prácticas de combate.
El encuentro fue acordado en medio de informes respecto a que el vicepresidente Teofisto Guingona, estaba a punto de renunciar por inquietudes respecto a la legalidad de los emplazamientos de tropas estadounidenses. No obstante, el asesor de seguridad nacional dijo que el vicepresidente no dimitirá.
El grupo Abu Sayyaf que según Washington, está conectado a la red terrorista al-Qaida, dirigida por Osama bin-Laden, mantiene en rehenes a una pareja estadounidense y a una enfermera filipina.